Historias de duendes - La obsesión por Armando

¿Has oído de historias de duendes que quieren llevarse a los bebés? Estas historias son muy populares en todo el mundo y hay muchas leyendas al respecto. De hecho, hay quienes dicen que los duendes son bebés que murieron sin ser bautizados y que como no pueden entrar al cielo vagan por el mundo, por eso son pequeños y a medida que los años van pasando van envejeciendo, por eso siempre los vemos arrugados. Algunos cuentan que ellos siempre están en busca de nuevos niños, por eso cuando hay un bebé sin bautizar en una casa no es extraño que jueguen con ellos y los escondan o, en el peor de los casos, los asusten o traten de llevárselos. Tengo dos historias de duendes y bebés que quiero contarte y hoy comparto contigo la de Armando.

Fuente: Pixabay


La obsesión por Armando

Armando era el nuevo bebé de la casa. Su llanto de gatito se oía siempre a la medianoche cuando se despertaba por hambre o por un cambio de pañal, pero de día siempre sonreía. Al poco tiempo de llegar a casa, tras salir de la maternidad, empezaron a pasar cosas extrañas alrededor de aquel, por ejemplo, un día lo habían dejado en la cama un momento durmiendo, mientras su madre iba al baño, pero cuando volvió el bebé no estaba allí, sino en el sillón; fue extraño, pero pensaron que alguien lo había movido (en realidad buscaron la explicación lógica, pero el sillón no estaba cerca de la cama y no había nadie más en la casa). 

Desde ese extraño suceso, Armando empezó a despertar siempre sobresaltado cuando se quedaba solo en su coche, como si alguien lo despertara por la fuerza y a veces sus juguetes de bebé sonaban solos, de la nada. El llanto de Armando dejó de ser el de un gatito y se tornó angustiado en las madrugadas como si extrañas pesadillas lo despertaran y empezó a enfermar de todo sin causa. Algunos dijeron que era por susto y le hicieron pasada de huevo para que el bebé pudiera dormir tranquilo pero nada. Incluso hubo una vez que simplemente se quedó sin respirar y tuvo que ser auxiliado de inmediato para salvarle la vida. En otras palabras parecía ser un bebé con riesgo inminente de muerte.

Las cosas extrañas iban de la mano con la enfermedad y un día que lo dejaron en su coche unos minutos, Armando desapareció de él. Su madre lo empezó a buscar y buscar por todos lados desesperada hasta que sintió nuevamente su llanto de gato, siguió el sonido y encontró a Armando debajo de la cama como si algo hubiera tratado de arrastrarlo, quizá para llevárselo.

La madre contó angustiada lo que había pasado a unas mujeres que tenían conocimientos de curanderísmo en el barrio y una de ellas le dijo que era necesario hacer un ritual de agua de socorro porque un duende se había fijado en Armando y estaba tratando de llevárselo, que la historia no era descabellada  porque ya había habido un caso años atrás de un niño desaparecido en su habitación al que nunca se pudo encontrar; el hermano mayor de aquel había visto como un enano arrugado se lo llevaba y no pudo hacer nada. La mujer se asustó con lo que dijo la curandera y decidió poner manos a la obra con el famoso ritual.

Así llamó a los que serían los padrinos de Armando y con agua bendita, una biblia y claveles blancos se hizo un rezo en la casa para llamar a la protección de Dios sobre el pequeño. El ritual se llevó a cabo con éxito porque desde ese día Armando no volvió a despertarse asustado de madrugada ni volvió a enfermar sin causa aparente, ni desaparecer misteriosamente.

Tengo más historias de duendes para ti, no dejes de leerlas aquí:

Comentarios