Dicen que a la altura de ladrillera, en la antigua panamericana sur, a unos pocos minutos de llegar al pueblo de Lurín, se aparece una mujer vestida con un traje de novia que desvía el camino de quienes van al volante para evitar que sufran un accidente peor más adelante.
Esta es la historia de Fernando, un ex microbusero de Lurín que iba por esta ruta hace muchos años atrás y que tuvo la oportunidad de encontrarse en el camino con el fantasma de la novia.
Fernando acababa de terminar su ruta del día en el micro y había ido a recoger a su esposa e hijo que estaban en casa de su suegra en el KM40 para volver a Santa Rosa, donde él vivía. En eso, a la altura de ladrillera, Fernando y su esposa vieron correr cruzando la pista a la mujer vestida de blanco. Para evitar atropellarla Fernando desvió el carro y frenó de bruces. Afortunadamente no chocó con nadie ni colapsó con otro vehículo; y el hijo de ambos seguía dormido en el asiento bien sujeto a su cinturón.
Preocupados, Fernando y su esposa bajaron del auto a ver si acaso habían lastimado a la mujer sin que fuera su intención, pero no había ni un alma cerca de ellos. Fernando y su mujer volvieron a subir al vehículo y continuaron el camino y, a pocos metros, en Pachacamac, vieron como un camión que venía del cruce, había sufrido un accidente apenas unos minutos antes. Cuando bajaron a preguntar se dieron cuenta de que si no hubieran sido detenidos por la mujer vestida de novia, hubieran sido embestidos, ya que el camionero había perdido el control de los frenos y el colapso habría sido inevitable.
La gente del lugar cuenta que si ves a la mujer vestida de novia cruzarse en tu camino, no le temas, ya que aparece para advertirte que te detengas, y es que es un alma buena que en el día de su boda, perdió la vida a causa de un accidente y no quiere que nadie vuelva a pasar por lo mismo que ella, por lo que tratará de detenerte para que no seas víctima de un choque mortal más adelante.
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